Luego de que la superintendente delegada para prestadores del servicio de salud, Beatriz Gómez Consuegra, quien también es esposa del Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, fuera señalada de posiblemente extralimitarse en sus funciones, el Presidente Gustavo Petro salió en su defensa, tras asegurar que ella entró a trabajar en el Gobierno desde antes de su llegada a la Casa de Nariño.

"La esposa del ministro de salud no entró a trabajar en la superintendencia en este gobierno, sino en el gobierno anterior, y por eso no existe ni nepotismo ni inhabilidad para ejercer sus funciones", publicó Gustavo Petro en su cuenta de X.

Incluso, dijo que el buque hospital para el Hospital San Rafael de Leticia fue construido por la Armada y que la firma del contrato correspondía a otra entidad pública, sin mencionar alguna.

Y acusó de "indolentes" con las poblaciones marginadas, a los que no firmaron el contrato para la entrega del buque.

La presión indebida es dejar a la población indígena y campesina que habita las riveras de los ríos amazónicos sin atención médica

Quienes no firman contrato para que la armada entregue el buque hospital que hizo, son indolentes con el derecho a la salud de poblaciones… https://t.co/1rCiRmWmBe

— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 7, 2025

"Quienes no firman contrato para que la armada entregue el buque hospital que hizo, son indolentes con el derecho a la salud de poblaciones marginadas. El buque lo hizo completamente la armada, entidad pública, y quien firma el contrato es otra entidad publica. No hay intereses privados aquí, sino pura indolencia con la población de la Amazonía", agregó Petro.

Según el periodista Daniel Coronell, en su columna en Los Danieles, Gómez estaría aprovechando este cargo para tomar decisiones que superan sus funciones y denunció un caso puntual con la compra de un buque hospital para el Hospital San Rafael de Leticia.

El proyecto corresponde al Ministerio de Salud, que anunció el año pasado una asignación de $55 mil millones para su ejecución.

Los otros con participación eran la agente interventora Lina Baracaldo, la Gobernación del Amazonas y la empresa Cotecmar, un astillero de la Armada que construye el buque.

La Gobernación del Amazonas no respaldó la ejecución, mientras que las vigencias futuras para que el hospital firmara el contrato no fueron aprobadas.

El convenio, para la agente, era de imposible suscripción. Sin embargo, el pasado 27 de marzo la esposa del ministro Jaramillo habría llamado para presionar y que se firmara el contrato, pese a los claros visos de presunta irregularidad.